sábado, 14 de abril de 2012

Manifiesto


En los últimos años, la Sociedad Ecologista Hidalguense ha puesto sobre la mesa de discusión la necesidad de dar mayor sustentabilidad al desarrollo del estado de Hidalgo. Estamos convencidos de que el futuro de la entidad se encuentra comprometido de manera seria por las implicaciones que el Cambio Climático tendrá en la biodiversidad y disponibilidad de agua para consumo humano y para las actividades económicas que se desarrollan en la entidad.
Continuamente hemos señalado el riesgo que se corre de comprometer el futuro ambiental de la entidad si no se toman las medidas necesarias para frenar la devastación y minimizar los impactos negativos que la actividad genera al entorno ambiental.
La respuesta en muchos de los casos ha sido el silencio, cuando no la denostación y la descalificación. Pero la denostación y la descalificación nunca han sido argumentos válidos y de peso para dar respuesta a las demandas que los ciudadanos platean a los problemas más acuciantes de la entidad.
Hemos dicho que el cambio climático generará en Hidalgo pérdida de bosques templados y húmedos, tropicalización de otros y desertificación de amplias zonas, fenómeno que se hoy por hoy puede advertirse en algunas regiones.
La pérdida de suelos es una realidad en Hidalgo, basta revisar los datos históricos sobre ello, mientras que en 1989 se reconocía la existencia de solo 22 mil hectáreas de suelos dañado, sobre todo en la zona del Valle del Mezquital, ahora casi 24 años después está extensión se supera los 68 mil hectáreas de suelo dañado.
También señalamos que la disponibilidad de agua se reducirá en las zonas de Pachuca, Tulancingo y Tula, aun cuando en el caso de la Huasteca este fenómeno se ha presentado con el secado temporal de ríos.
Además de ello, reflexionamos sobre el manejo presente de los residuos municipales, señalamos y demostramos la existencia de tiraderos y rellenos mal manejados y su impacto negativo en el futuro de la entidad y la salud de los hidalguenses.
Sin embargo, con las instituciones de gobierno, hemos insistido en la necesidad de que la función pública, sea entendida desde la gobernanza como una acción encaminada a lograr que como señala William Guillermo Jiménez en su artículo “El enfoque de políticas públicas y los estudios sobre gobierno. Propuestas de encuentro”
La gobernanza es un concepto más amplio que el de gobierno, en la medida en que involucra actores no estatales. La interdependencia entre organizaciones contribuye a opacar los límites entre el sector público, el privado y el voluntario.
b) La gobernanza se refiere también a instituciones, específicamente a un tipo de arreglos institucionales proclives a la cooperación e interacción social.
c) Incluye la idea de auto ajuste, tomada tanto de la cibernética como de la concepción de un mercado autorregulado en un cuadro de relaciones triangulares entre actores públicos de todos los niveles, actores de la sociedad civil y actores económicos.
d) El paso de una dirección jerárquica de la sociedad -concepción tradicional de gobierno- hacia estilos de decisión más horizontales y cooperativos, que se expresan en diversas estructuras de gobierno, algunas de las cuales son redes de políticas.
e) Los actores en red se relacionan de modo más cooperativo, lo que implica la negociación y no la imposición como modo de llegar a acuerdos. Esto no excluye la posibilidad de conflicto, sino la vocación de intercambiar recursos, conciliar intereses y lograr compromisos mutuos.
f) La gobernanza implica una transformación de las estructuras institucionales formales. Las estructuras de gobernanza gozan de diversos niveles de autonomía respecto del aparato político administrativo. No obstante, el Estado conserva una capacidad imperfecta e indirecta para dirigir estas estructuras y, fundamentalmente, las redes.
Necesitamos una transformación profunda en la visión de gobierno. Replantear la forma en que planeamos, en que administramos, en que promovemos la inversión, en que promovemos la utilización de los recursos naturales de la entidad, pero sobre todo, la forma en que entendemos la construcción de ciudadanía.
Los miembros de la Sociedad Ecologista Hidalguense, estamos convencidos que estos conceptos, ausentes en la administración pública, nos permitiriían avanzar en la construcción de un estado más democrático, incluyente y susutentable.
Los miembros de la Sociedad Ecologista Hidalguense continuaremos promoviendo acciones de forma no violenta para frenar el deterioro de la naturaleza. Sin temos señalaremos a los responsables que por acción u omisión están convirtiendo el estado de Hidalgo en un basurero estéril y recalentado. Actuamos en aras del interés general porque lo que está en juego es nuestro futuro y el de las siguientes generaciones.  Nos pararemos y no nos van a parar. Un ambiente sano para una vida digna.

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