domingo, 15 de agosto de 2010

Despojo y exclusión: mecanismos de participación ciudadana

Hace cuatro años, en un evento al que asistieron diferentes medios de comunicación, en una conferencia de prensa dada en la sede la Secretaria de Salud se anunciaba una actividad conjunta entre la institución y la Sociedad Ecologista Hidalguense (Sehi). Dicha actividad plateada por el organismo no gubernamental, se encaminaba a lograr la recuperación de medicamentos caducados y usados en los hogares de tal manera que su disposición final, fuera la más adecuada y ordenada.
La propuesta de la Sehi, partía de reconocer los riesgos que la automedicación representaba para las personas y para el medio ambiente y partía de tres hechos básicos.
El primero era la denuncia que la Sehi hizo sobre la comercialización de medicamentos caducados y en los tianguis de Huejutla y Actopan por personas que de manera inadecuada y sin sentido vendían medicamentos para el dolor o la gripa, hecho que fue constatado por la Secretaría de Salud del gobierno de Hidalgo.
El segundo la automedicación, es decir la reutilización de medicamentos usados para supuestas enfermedades iguales a las diagnosticadas por el médico, lo que supone un riesgo de salud pública y generación de resistencias a los antibióticos entre otros problemas asociados a la automedicación.
El tercero tiene que ver con el ambiente, hablamos en aquella ocasión que los medicamentos pueden generar impactos negativos en el suelo, el agua y en la biodiversidad, toda vez que su presencia en el ambiente posibilita problemas asociados directamente con las sustancias activas y las reacciones que generan en él.
Se ha observado, por ejemplo, que su presencia en sistemas acuáticos es responsable de que las bacterias que lo habitan presenten resistencias a la acción de esas sustancias. Microorganismos, como algunas cepas de Escherichia coli, son controlados con esos contenidos dentro del cuerpo humano; si el tratamiento es eficaz, el organismo patógeno muere, pero una parte considerable del medicamento es desechado a través de la orina y las heces, vertidas a las aguas negras, que son reutilizadas para riego de campos de cultivo.
Estos argumentos, por supuesto estuvieron presentes en aquel momento, hace cuatro años en los que en dos jornadas se recuperaron 8 toneladas de medicamentos caducados y usados y fueron enviados a su destrucción.
La Secretaría de salud, elogio la propuesta de la Sehi, al considerarla innovadora y capaz de crear sinergias sociales en torno a los medicamentos, de tal manera que se evitara en el futuro su liberación al ambiente.
Construir la campaña “Que no caduque tu ambiente” para la sehi, fue el inicio de una discusión amplia, encaminada a lograr que la presencia de los medicamentos en el ambiente se atendiera y se garantizara a la biodiversidad el daño mínimo por su presencia indiscriminada en el ambiente.
Sin embargo, la Secretaria de Salud, en voz de su titular Jorge Islas Falcón anuncia, en días pasados una campaña que no tiene antecedentes en el país; innovadora y creativa, encaminada a recolectar medicamentos caducados y usados en la zona metropolitana de Pachuca.
Y por supuesto, esta campaña, señala exactamente los tres argumentos principales presentados por la Sehi en 2006, curiosamente la Secretaría de Salud es incapaz de recordar los propios eventos que ha realizado y luego los “recicla” de tal manera que podemos asegurar que son nuevos, en manos de otros.
Informaron además que para lanzar la campaña tuvieron importantes reuniones en las que participaron la Secretaría de Medio ambiente y la Procuraduría federal de Protección al Ambiente. Vaya fiasco, son pandilla.
En aquella conferencia de 2006, estuvo presente como testigo del lanzamiento de la campaña, Roberto Reyes director General del consejo Estatal de Ecología.
Incapaz e incompetente es aquel que para demostrar su valía y su calidad, expolia y excluye a quienes pueden ser sus mejores aliados, toda vez que han construido campañas de avanzada en beneficio de la entidad. Y ese es el caso de Jorge Islas Fuentes, al despojar a la Sehi de su campaña y excluirla del trabajo que pretende desarrollar.
Incapaz porque en la acción de gobierno está la responsabilidad básica de promover, incentivar y consolidar la participación de los ciudadanos en la solución de problemas atingentes para la entidad.
Incompetente porque al tratar de crear una campaña de utilidad para la entidad, expolia y excluye a una organización civil con once años de trayectoria en la entidad y con una importante presencia en el plano nacional e internacional, lo que deja entrever la corta visión con que Jorge islas Fuentes conduce la Secretaría de Salud del gobierno del estado de Hidalgo
De la Semarnat y la Profepa, ni hablar, su cultura y su práctica es la mejor muestra del porque celebraron con bombo y platillo el que en Hidalgo el despojo y la exclusión sean los mecanismos ideales de gobierno.
Solo que hay algo que olvidaron en favor de las empresas farmaceúticas que representan, la solución de los mecadimentos caducados y usados no es la recolección, es la dosificación, discusión a la que le han pretendido dar la vuelta porque representa serios descalabros a las ganancias de las farmaceúticas. Despojo, exclusión y servilismo, demasiado para un estado como Hidalgo

miércoles, 4 de agosto de 2010

Legalizar las drogas es rendirse frente al narco.

En los últimos dos días se ha dicho tanto en torno a la legalización de las drogas y el impacto positivo que tendría en materia económica y de seguridad pública, tanto que más que análisis pareciera que asistimos al final de una lucha cruenta, costosa, ineficiente y perdida.

Sin lugar a dudas que es fácil para algunos recordar la década del veinte, en el siglo pasado, cuando las mafias estadounidenses contrabandeaban alcohol y tabaco de manera tal, que el enfrentarlos por parte del gobierno culminó en la legalización de estas drogas; aún más aseguran que la legalización de estas, sobre todo el alcohol, produjo grandes problemas en las sociedades, mayores aún que los provocados por algunas drogas.

Me refiero solamente a dos momentos de la intervención de Héctor Aguilar Camín, momentos en los que recae el peso total de su intervención, momentos en los que vale la pena plantearse algunas preguntas después.

En el primero de ellos Aguilar Camín advierte: "Conviene dar un paso fuera del consenso punitivo y tratar de imaginar otra estrategia en el rumbo de lo que será, finalmente, la solución en el tiempo que tome, que es reconocer ese mercado, el tamaño de ese mercado; como en su momento se reconoció el tamaño del mercado del alcohol, que estaba prohibido, y dar un paso serio hacia la legalización” expresó en la reunión de seguridad convocada por el presidente.

Se refiere a “reconocer ese mercado” es decir darle patente legal de existencia y por ello inevitable e innecesario combatirlo, mejor asegurar su existencia, reconociéndolo como tal y empezar a plantear estrategias para su mantenimiento y su crecimiento.

Además dice que es importante reconocer “el tamaño de ese mercado”, hacerlo implicaría reconocer el poder económico de ese mercado y aprovechar su rentabilidad para impulsar el desarrollo de nuestro país, quizá consolidar los programas de combate a la pobreza, mejoramiento de la salud de los mexicanos, algo así, más o menos.

Lo hubiera dicho antes de que nos gastaramos el dinero del Zhenli Ye Gon de tal manera que lo hubiésemos utilizado de una manera diferente al destino que se le dio.

Continua diciendo Aguilar "Y no digo sólo de la mariguana, aunque podría ser un primer paso, sino en general, como lo han planteado eminentes economistas, como Milton Friedman, de las drogas en general, que al final es un problema de salud pública, desde luego, que debe ser regulado y plantea un problema; pero plantea también un problema de la libertad individual y de la responsabilidad individual que el consenso punitivo impide siquiera pensar como un componente del problema

También lo ha planteado los narcotraficantes. Sin lugar a dudas.

Pero él dice, dejemos este mercado que es poderoso y rico en las reglas operantes del capitalismo, la oferta y la demanda, pero además demos plenitud a la libertad individual de decidir qué hacer con tu vida.

Se queja de “que el consenso punitivo impide siquiera pensar como un componente del problema” el que las personas tienen derecho a decidir sobre el consumo de drogas, lo que asegura según la perspectiva de Camín que estamos impidiendo que las personas ejerzan de manera responsable la libertad de decidir si utilizan drogas o no.

Imagino que de alguna manera lo que Aguilar pide, es que al igual que en el década del veinte del siglo pasado, dejemos salir a la luz a los perseguidos de la ley, para que mañana nos enfrentemos a nuestra realidad: Chapo’s Drug & Company. Y nos demos cuenta que la lucha contra el crimen y las inversiones en la instalación de la centros de rehabilitación para adictos fue perder tiempo, dinero y esfuerzo; nos hubiese dicho antes de gastar el dinero de Zhenli Ye Gon.

También lo han planteado los narcotraficantes, sin lugar a dudas, solo que ellos a diferencia de Aguilar Camín, lo han hecho disparando contra los centros de rehabilitación de adictos instalados en todo el país.

Se convierte Aguilar Camín en agorero de derrotas. Legalizar las drogas en México es arrodillarse ante el narco. Algo que por dignidad y libertad individual no podemos hacer.