viernes, 31 de diciembre de 2010

Entre mentiras y abandono

En el año 2001, la Sociedad Ecologista Hidalguense (Sehi), denunció el problema de abasto de agua en la ciudad de Pachuca, asegurábamos que entre otras circunstancias el manto acuífero 1508 se encontraba sobre explotado y con serios problemas de recarga.

Ese manto, según estudios realizados por el Instituto de Geología de la UNAM, presentaba un índice de recarga de casi cero por ciento, lo que ponía en serio riesgo la disponibilidad de agua para consumo humano, industrial y de servicio en la zona metropolitana y el Valle de Tizayuca. Sin embargo aduciendo que los señalamientos eran infundados y carentes de sentido el gobierno local y la Comisión Nacional del Agua no hicieron nada por resolver aquel asunto que para ellos era nada más un grito desaforado.

Aun más cuando se construye el Ordenamiento Ecológico de la Región Pachuca-Tizayuca, se construye ex profeso y violando toda la normatividad en materia de ordenamiento una Unidad de Gestión Ambiental, (UGA) dedicada sobre la misma extensión del manto acuífero, con recomendación de uso aeroportuario; los miembros de la Sehi, volvimos a establecer que era un error y que debería considerarse la deficiente recarga del manto acuífero y los problemas que provocaría su baja capacidad de agua.

De nueva cuenta el gobierno local y las autoridades federales hicieron caso omiso sobre el pronunciamiento y autorizaron la creación de esa UGA absurda y pretenciosa.

En el año 2001, aseguramos que la zona de Pachuca contaba con agua para solo 10 años, la carcajada del gobierno local y federal fue sonora, estridente, la respuesta peor, aseguraban que había disponibilidad de agua para mantener el crecimiento de la Zona de Pachuca y que aquellos que hablaban de baja disponibilidad de agua carecían de autoridad moral y calidad técnica para hacerlo.

El tiempo es un cruel verdugo y pone a cada quien en su lugar, han pasado diez años de aquellos pronunciamientos y descalificaciones y el mismo gobierno que aseguraba disponibilidad de agua para el crecimiento de Pachuca ha demostrado su falta de autoridad moral en materia de agua y medio ambiente y su nula capacidad técnica para planear el futuro de la gente.

Pero no solo eso, el tiempo los muestra en su clara dimensión y obsecación, al igual que hace 10 años, hoy aseguran que darán respuesta a la demanda de agua de los habitantes de la Zona Metropolitana de Pachuca, solo falta que reconozcan que desde hace diez años no pueden darle una respuesta eficiente a la gente de los barrios altos de Pachuca.

Para ello, basta ver dos declaraciones. En noviembre se anuncia que se buscará explotar una cuenca entre Tlahuelilpan y Progreso, con un total de 24 pozos, El responsable de la Cassim asegura contar con la inversión para traer agua de la parte norte de Actopan, y declara que el Gobierno de Hidalgo, ya se tiene la concesión de parte de la Comisión Nacional del Agua (Congaua). 

Pero en un acto de atrevimiento y falta de prudencia asegura que en esa región entre Actopan y Progreso hay un exceso de agua, unos mantos muy grandes, es agua ya está concesionada al estado de Hidalgo, sólo es hacer la obra.

Por su parte el Secretario de Obras Públicas del mismo Gobierno de Hidalgo asegura que dejaran participar a la iniciativa privada con 1500 millones de pesos, lo que según él, permitirá que el servicio sea de calidad. Con esta inversión las empresas venderían el agua a la Cassim, a un precio bajo.

Alguien miente, si el Gobierno de Hidalgo es dueño de la concesión de agua, ¿por qué entonces piensa comprar el agua a empresas privadas? Es dueño pero compra. Alguien miente igual que hace diez años.

Si el responsable de la Cassim dice que la obra constara 1000 millones de pesos y que ya casi los tienen, ¿Para qué necesitan los 1500 millones de la iniciativa privada? Si el Secretario de Obras Públicas conoce el proyecto, que lo explique.

Pero igual que hace diez años, los miembros de la Sehi, creemos que mienten y carecen de calidad moral, así que nos opondremos a la privatización del agua