jueves, 14 de enero de 2016

Caminar en el infierno


Caminar en el infierno.

Sin lugar a dudas que el gobierno mexicano tiene mucho que celebrar con la captura de uno de los delincuentes más buscados por el gobierno estadounidense, ya lo decía el Secretario de Gobernación Miguel Ángel Osorio Chong, cooperamos con Estados Unidos, lo que de ninguna manera se puede traducir como gobernamos para el pueblo de México.

Y mientras el gobierno celebra el pueblo camina por las veredas del infierno, lejos de la celebración y la euforia de un gobierno apresurado por entregar a su delincuente antes que averiguar sobre la red de corrupción que lo dejo libre. Y a partir de estas dos realidades se construye la agenda comunicativa del país y se deja de lado lo más importante.

En muchos lugares de México emprender un negocio implica caminar en el infierno; una vez superados los trámites burocráticos que para establecer una empresa ha colocado el gobierno, se debe estar atento a la forma en que los grupos criminales observan el crecimiento o no de esta. Tamaulipas, Michoacán, Guerrero y otros estados del país han sido víctimas de la práctica de cobro de piso por grupos delincuenciales.

Esta parte que se ve en el cierre de empresas, en la desaparición de pequeños y medianos empresarios y que se ha visto reducida a la simpleza del secuestro y la extorsión, no ha recibido de parte del gobierno un tratamiento real y certero por parte del gobierno, el gabinete de Seguridad, ha construido un discurso en torno al combate a las drogas y deja de lado las demás actividades asociadas al crimen organizado.

La sustracción ilegal de recurso mineros, la tala clandestina, la introducción ilegal de productos de manufactura extranjera al País, son asuntos que se han negado a tratar de manera estratégica con los temas de drogas a pesar de que los mismos representan daños importantes a la economía de la nación.

El robo de petróleo y gasolinas representa el 20 por ciento del mercado energético nacional y sin embargo los aprehendidos y consignados por este delito, se es trata de una manera diferenciada.

El crimen organizado en México ha ido de la extorsión, secuestro y asesinato  a empresarios hasta el intento de cobro de derecho de piso a las escuelas públicas en Guerrero, estado en el que se documentaron por los maestros de la zona de Acapulco al menos tres intentos de extorsión para que las escuelas siguieran funcionando y el reclamo de los aguinaldos de los docentes.

Este hecho, minimizado por el gobierno federal, solo movió a las fuerzas federales para obligar a los docentes a evaluarse, hecho coercitivo que violaba a todas luces los derechos de los trabajadores de la educación y aplaudido por una turba enardecida y servil de Enrique Peña Nieto.

La escalada del crimen organizado en la toma territorial del país, no ha sido asumida por el gobierno como una realidad a la que se debe de enfrentar y frenar; presume el gobierno conocer la forma en que territorialmente se mueve el crimen organizado, pero olvido decir que ha sido vergonzosamente expulsado de amplias zonas del país y sus fuerzas corrompidas por el poder económico del crimen organizado.

El dominio territorial del narco, el debilitamiento de la seguridad de las aduanas, el resquebrajamiento del aparato de seguridad pública, la toma de actividades de minería y petróleo por bandas delincuenciales, hablan de la forma en que el gobierno ha perdido el control efectivo del país.

La cereza del pastel la colocó el crimen organizado al pretender cobrar el derecho de pisos a los ayuntamientos de estados como Morelos en los que reclamaban porcentajes del presupuesto y asignación de obras públicas y entrega del control de las policías. La pregunta es ¿Está enterado el Gobierno Federal de que gobierna un país amenazado en su territorio, en su economía, en su administración?

En muchos lugares de México, emprender un negocio, educar, gobernar o simplemente vivir, es caminar en el infierno y la oscura noche del abandono.

martes, 5 de enero de 2016

Evaluación, derechos humanos y estado de derecho

En México existen dos ámbitos de la educación: El público y el privado, su coexistencia se basa, principalmente, en la supuesta incapacidad del Estado mexicano para lograr la cobertura universal de la enseñanza básica; sin embargo con el paso del tiempo se extendió hasta la educación superior.
La educación privada ha ido desde el Preescolar hasta los Posgrados, imprimiendo una visión empresarial y ganando un peso político inusitado en la toma de decisiones e influencia en la construcción de nuevos modelos educativos.
En la actualidad, su influencia en el desarrollo de políticas públicas educativas en México es innegable y marca derroteros, aun a pesar de la constante crítica al campo público educativo al que señala de corrupto e inestable y como culpable del atraso económico del país.
Por otro lado, la reforma educativa impulsada por el presidente de la República, está enfocada a construir puntos de quiebre del sistema público, eso y a pesar de las constantes declaraciones del Secretario del ramo en sentido contrario.
El despido de maestros por no aprobar la evaluación educativa, el constante acoso a los organismos sindicales pro gubernamentales y opositores, la ausencia real de preparación pre evaluatoria encaminada a que el maestro se desarrolle profesionalmente, hablan de un intento de adelgazamiento del aparato educativo en favor del sistema privado.
Al ser considerado incompetente para estar frente a grupo, el maestro es despedido y separado del sistema educativo público; este hecho sin embargo, lo deja en condiciones de emplearse en el sistema educativo privado, lo que a la larga se traduce en un fortalecimiento, diría la Secretaría de Educación Pública, indirecto de este sistema frente al debilitamiento del otro.
México, carece de acceso universal a la educación básica, a pesar de ello, ha fustigado de manera constante al sistema de Escuelas Normales del país, pero no ha construido un proceso para su fortalecimiento y enriquecimiento profesional. Ahí también se observa la decisión de adelgazar el sistema educativo público, siempre en favor del sistema privado.
Es tiempo de mirar críticamente el discurso del Presidente y su Secretario de educación, revisarlo no desde el supuesto “hartazgo social” de la corrupción de los sindicatos. Que al final es un discurso promovido desde el gobierno. Es necesario que la discusión se centre en los derechos humanos; el derecho humano a la educación gratuita y obligatoria, realmente gratuita y obligatoria con cobertura universal y acceso equitativo; el derecho humano a estar en un sindicato, el derecho humano al trabajo.
Este campo es abordado sesgadamente por el gobierno, tomando el derecho de los niños a la educación como escudo. Literalmente como escudo humano, como mecanismo para evitar ser atacado, criticado, evidenciado.
Y usando ese escudo humano, el derecho a la educación, violenta a los maestros y los embiste con toda la fuerza del estado al enviar a policías federales a vigilar la aplicación de la evaluación, dentro del marco constitucional vigente.
Pero el marco constitucional vigente vela por el respeto a los derechos humanos como eje fundamental del estado de derecho, eso implica que no puede existir un estado de derecho por encima de los derechos humanos, lo que coloca al estado mexicano en peligroso resquicio del totalitarismo y la opresión.

Entonces, las preguntas son: ¿Quién es el beneficiario real de la reforma educativa? ¿La escuela pública o los nacientes consorcios educativos surgidos a partir de la Reforma?

miércoles, 5 de agosto de 2015

Verdad y ausencia: El dolor mexicano

Un reportero, una persona que se dedica a informar a la sociedad sobre el cúmulo de sucesos y el impacto que estos generan en ella, es una persona que ejerce un derecho personal y a la vez los derechos comunes de los ciudadanos. Los ciudadanos tenemos derecho a que estos se respeten y se garanticen, en nosotros y en ellos.
La muerte de periodistas y foto reporteros en México nunca podrá acallar el grito de la sociedad en torno a la necesidad de seguridad pública y de respeto a la vida. La muerte de un periodista hace más profundo ese grito, más ensordecedor y más nutrido, Es algo que debería entender aquel que ordena la muerte de un periodista.
El trabajo de reportero, es una de las actividades que enamora mi tiempo y mi vida; aún recuerdo los primeros días y los primeros escritos, las enseñanzas de quienes buscaban que se hablará con claridad y veracidad sobre los hechos acontecidos; fue un tiempo de aprendizaje de principios inquebrantables y búsqueda permanente.
José Walle, me decía cada día, "Para hablar con la verdad, no basta con creer que es la verdad, hay que reconocerla y acariciarla". Eso me hace pensar que la verdad vive aun en los labios acallados de cada periodista asesinado. 
Ser periodista no debe ser una mala decisión. Ser periodista representa la oportunidad de servir a la sociedad y caminar la historia cotidiana de la patria, yo, así lo creo,
Algunos de mis artículos y algunas de mis noticias caminan en pocos medios de México, pero aún lo hacen, y por ello, en nombre de mi propio trabajo vengo a decir basta de muerte y ausencia.
En Veracruz, en San Luis, en Tlaxcala y en Tamaulipas aún hay reminiscencias de ese trabajo que dí por concluido en el estado de Hidalgo. Por ese trabajo me revelo y muestro mi rechazo a la violencia y al asesinato de periodistas en nuestro país.
Dije que un periodista hace valer el derecho de los muchos y un conjunto de derechos. El primero es el derecho a saber. a conocer los eventos que suceden de manera cotidiana en nuestras ciudades; que afectan el desarrollo normal de nuestras vidas. Ese derecho que durante décadas el gobierno federal y los gobiernos locales trataron de callar, de controlar y de limitar en nombre de la democracia y la paz social.
El derecho a saber es una de las más sensibles demandas de la sociedad mexicana y corresponde al gobierno poder garantizar que todos y todas podamos disfrutarlo de manera clara y certera.
El segundo tiene que ver con la transparencia. Aquí vale la pena preguntar ¿Por qué el gobierno tolera el asesinato? ¿De qué le sirve un periodista muerto? argumente lo que argumente, si no es capaz de detener el asesinato de alguien, se convierte en cómplice de aquellos que asesinan, secuestran y trafican personas o drogas.
El tercer derecho y el más importante es el derecho al atrabajo y a la vida. Un periodista muerto es alguien que representaba la oportunidad de la verdad en México y un obstáculo a alguien con una minucia de poder.
Verdad es lo que reclamamos los mexicanos frente a una administración incapaz de detener la ola de violencia, el aumento en los índices de pobreza, exclusión y abandono. Ausencia es lo que vemos en los rostros de quienes gobiernan; ausencia y anhelo de que la gente olvide. Esta vez no sucederá, pueden estar seguros.
Seguro estoy, que la verdad no muere en el silencio de una voz; seguro estoy que la verdad sigue siendo verdad a mitad de la tortura y el dolor; seguro quedo de que un gobierno incapaz de proteger el derecho de la sociedad a estar informada, es un gobierno que muere un poco en la vida perdida de un periodista, Seguro estoy.

miércoles, 21 de agosto de 2013

Discurso del Presidente Lázaro Cárdenas con motivo de la Expropiación Petrolera.


Comiendo con Obreros
Palacio Nacional, a 18 de marzo de 1938

A la Nación:
La actitud asumida por las compañías petroleras negándose a obedecer el mandato de la Justicia Nacional que por conducto de la Suprema Corte las condenó en todas sus partes a pagar a sus obreros el monto de la demanda económica que las propias empresas llevaron a los tribunales judiciales por inconformidad con las resoluciones de los Tribunales del Trabajo, impone al Ejecutivo de la Unión el deber de buscar en los recursos de nuestra legislación un medio eficaz que evite definitivamente, para el presente y para el futuro, el que los fallos de la justicia se nulifiquen o pretendan nulificarse por la sola voluntad de las partes o de alguna de ellas mediante una simple declaratoria de insolvencia como se pretende hacerlo en el presente caso, no haciendo más que incidir con ello en la tesis misma de la cuestión que ha sido fallada.
Hay que considerar que un acto semejante destruiría las normas sociales que regulan el equilibrio de todos los habitantes de una nación, así como el de sus actividades propias, y establecería las bases de procedimientos posteriores a que apelarían las industrias de cualquier índole establecidas en México y que se vieran en conflictos con sus trabajadores o con la sociedad en que actúan; si pudieran maniobrar impunemente para no cumplir con sus obligaciones ni reparar los daños que ocasionaran con sus procedimientos y con su obstinación.
Por otra parte, las compañías petroleras, no obstante la actitud de serenidad del Gobierno y las consideraciones que les ha venido guardando, se han obstinado en hacer, fuera y dentro del país, una campaña sorda y hábil que el Ejecutivo Federal hizo conocer hace dos meses a uno de los gerentes de las propias compañías, y que ese no negó, y que han dado el resultado que las mismas compañías buscaron: lesionar seriamente los intereses económicos de la nación, pretendiendo por este medio hacer nulas las determinaciones legales dictadas por las autoridades mexicanas.
Ya en estas condiciones no será suficiente, en el presente caso, conseguir los procedimientos de ejecución de sentencia que señalan nuestras leyes para someter a la obediencia a las compañías petroleras, pues la substracción de fondos verificada por ellas con antelación al fallo del Alto Tribunal que las juzgó, impide que el procedimiento sea viable y eficaz; y por otra parte, el embargo sobre la producción o el de las propias instalaciones y aun el de los fondos petroleros implicarían minuciosas diligencias que alargarían una situación que por decoro debe resolverse desde luego, e implicarían también, la necesidad de solucionar los obstáculos que pondrían las mismas empresas, seguramente, para la marcha normal de la producción para la colocación inmediata de ésta y para poder coexistir la parte afectada con la que indudablemente quedaría libre y en las propias manos de las empresas.
Y en esta situación de suyo delicada, el Poder Público se vería asediado por los intereses sociales de la nación que sería la más afectada, pues una producción insuficiente de combustible para las diversas actividades del país, entre las cuales se encuentran algunas tan importantes como las de transporte, o una producción nula o simplemente encarecida por las dificultades, tendría que ocasionar, en breve tiempo, una situación de crisis incompatible no sólo con nuestro progreso, sino con la paz misma de la nación; paralizaría la vida bancaria; la vida comercial en muchísimos de sus principales aspectos; las obras públicas que son de interés general se harían poco menos que imposibles y la existencia del propio Gobierno se pondría en grave peligro, pues perdido el poder económico por parte del Estado, se perdería asimismo el poder político produciéndose el caos.
Es evidente que el problema que las compañías petroleras plantean al Poder Ejecutivo de la nación con su negativa a cumplir la sentencia que les impuso el más Alto Tribunal Judicial, no es un simple caso de ejecución de sentencia, sino una situación definitiva que debe resolverse con urgencia.
Es el interés social de la clase laborante en todas las industrias del país la que lo exige. Es el interés público de los mexicanos y aun de los extranjeros que viven en la República y que necesitan de la paz y de la dinámica de los combustibles para el trabajo.
Es la misma soberanía de la nación, que quedaría expuesta a simples maniobras del capital extranjero, que olvidando que previamente se ha constituido en empresas mexicanas, bajo leyes mexicanas, pretende eludir los mandatos y las obligaciones que les imponen autoridades del propio país.
Se trata de un caso evidente y claro que obliga al Gobierno a aplicar la Ley de Expropiación en vigor, no sólo para someter a las empresas petroleras a la obediencia y a la sumisión, sino porque habiendo quedado roto los contratos de trabajo entre las compañías y sus trabajadores, por haberlo así resuelto las autoridades del trabajo, de no ocupar el Gobierno las instituciones de las compañías, vendría la paralización inmediata de la industria petrolera, ocasionando esto males incalculables al resto de la industria y a la economía general del país.
En tal virtud se ha expedido el decreto que corresponde y se han mandado ejecutar sus conclusiones, dando cuenta en este manifiesto al pueblo de mi país, de las razones que se han tenido para proceder así y demandar de la nación entera el apoyo moral y material necesarios para afrontar las consecuencias de una determinación que no hubiéramos deseado ni buscado por nuestro propio criterio.
La historia del conflicto del trabajo que culminará con este acto de emancipación económica, es la siguiente:
El año de 1934 en relación con la huelga planteada por los diversos sindicatos de trabajadores al servicio de la compañía de petróleo El Águila, S.A., el Ejecutivo de mi cargo aceptó intervenir con el carácter de árbitro a fin de procurar un advenimiento conciliatorio entre las partes.
En junio de 1934 se pronunció el laudo relativo y en octubre del mismo año, una sentencia aclaratoria fijando el procedimiento adecuado para revisar aquellas resoluciones que no hubiesen obtenido oportunamente la debida conformidad.
A finales de 1935 y principios de 1936 el C. Jefe del Departamento del Trabajo, por delegación que le conferí, dictó diversos laudos sobre nivelación, uniformidad de salarios y casos de contratación, tomando como base el principio constitucional de la igualdad de salarios ante igualdad de trabajo
Con objeto de hacer desaparecer algunas anomalías, citó el propio Departamento, a una conferencia, a los representantes de las diversas agrupaciones sindicales, y en ellas se llegó a un acuerdo sobre numerosos casos que se hallaban pendientes y reservándose otros por estar sujetos a investigaciones y análisis posteriores encomendados a comisiones integradas por representantes de trabajadores y patrones.
El Sindicato de Trabajadores Petroleros convocó entonces a una asamblea extraordinaria en la que se fijaron los términos de un contrato colectivo que fue rechazado por las compañías petroleras una vez que les fue propuesto.
En atención a los deseos de las empresas y con el fin de evitar que la huelga estallara, se dieron instrucciones al Jefe del Departamento del Trabajo, para que, con la aquiescencia de las partes, procuraran la celebración de una convención obrero patronal encargada de fijar de común acuerdo los términos del contrato colectivo y mediante un convenio que se firmó el 27 de noviembre de 1936.
En tal convención, las empresas presentaron sus contraposiciones y en vista de la lentitud de los trabajos, se acordó modificar el estudio dividiendo las cláusulas en económicas, sociales y administrativas para iniciar desde luego el examen de las primeras.
Las contingencias de la discusión revelaron las dificultades existentes para lograr un acuerdo entre los trabajadores y las empresas cuyos puntos de vista se alejaban considerablemente, juzgando las compañías que las proposiciones de los obreros eran exageradas y señalando a su vez los trabajadores la falta de comprensión de las necesidades sociales y la intransigencia de las compañías por lo que la huelga estalló, en mayo de 1937.
Las compañías ofrecieron, entonces y en respuesta a mis exhortaciones, aumentar los salarios y mejorar ciertas prestaciones y el Sindicato de Trabajadores, a su vez, resolvió plantear ante la Junta de Conciliación el conflicto económico y levantó la huelga el 9 de junio. (de 1937)
En virtud de lo anterior, la Junta de Conciliación y Arbitraje tomó conocimiento de ello y de acuerdo con las disposiciones legales relativas fue designada con el fin indicado, por el Presidente de la Junta, una comisión de peritos constituida por personas de alta calidad moral y preparación adecuada.
La comisión rindió su dictamen encontrando que las empresas podían pagar por las prestaciones que en el mismo se señalan, la cantidad de $26, 332, 756.00 contra la oferta que hicieron las 17 compañías petroleras durante la huelga de mayo de 1937.
Los peritos declararon, de manera especial, que las prestaciones consideradas en el dictamen quedarían satisfechas totalmente con la suma propuesta, pero las empresas argumentaron que la cantidad señalada era excesiva y podría significar una erogación mucho mayor que conceptuaron en un monto de $41, 000, 000.00.
Ante tales aspectos de la cuestión el Ejecutivo de mi cargo auspició la posibilidad de que el sindicato de trabajadores de la industria petrolera y las empresas debidamente representadas para tratar sobre el conflicto, llegaran a un arreglo, lo que no fue posible obtener en vista de la actitud negativa de las compañías.
Sin embargo de ello, deseando el Poder Público una vez más lograr un convenio extrajudicial entre las partes en conflicto, ordenó a las autoridades del trabajo que hicieran saber a las compañías petroleras su disposición de intervenir para que los sindicatos de trabajadores aceptaran las aclaraciones que habían de hacerse en algunos puntos oscuros del laudo, y que más tarde podrían prestarse a interpretaciones indebidas y asegurándoles que las prestaciones señaladas no rebasarían de manera alguna los $26, 332, 756.00 no habiéndose logrado a pesar de la intervención directa del Ejecutivo el resultado que se perseguía.
En todas y cada una de estas diversas gestiones del Ejecutivo para llegar a una final conclusión del asunto dentro de términos conciliatorios y que abarcan períodos anteriores y posteriores al juicio de amparo que produjo este estado de cosas, quedó establecida la intransigencia de las compañías demandadas.
Es por tanto preconcebida su actitud y bien meditada su resolución para que la dignidad del Gobierno pudiera encontrar medios menos definitivos, y actitudes menos severas que lo llevaran a la resolución del caso sin tener que apelar a la aplicación de la Ley de Expropiación.
Para mayor justificación del acto que se anuncia, hagamos breve historia del proceso creador de las compañías petroleras en México y de los elementos con que se han desarrollado sus actividades.
Se ha dicho hasta el cansancio que la industria petrolera ha traído al país cuantiosos capitales para su fomento y desarrollo.
 Esta afirmación es exagerada. Las compañías petroleras han gozado durante muchos años, los más de su existencia, de grandes privilegios para su desarrollo y expansión; de franquicias aduanales; de exenciones fiscales y de prerrogativas innumerables, y cuyos factores de privilegio, unidos a la prodigiosa potencialidad de los mantos petrolíferos que la nación les concesionó, muchas veces contra su voluntad y contra el derecho público, significan casi la totalidad del verdadero capital de que se habla.
Riqueza potencial de la nación; trabajo nativo pagado con exiguos salarios; exención de impuestos; privilegios económicos y tolerancia gubernamental, son los factores del auge de la industria del petróleo en México.
Examinemos la obra social de las empresas: ¿En cuántos de los pueblos cercanos a las explotaciones petroleras hay un hospital, una escuela o un centro social, o una obra de aprovisionamiento o saneamiento de agua, o un campo deportivo, o una planta de luz, aunque fuera a base de los muchos millones de metros cúbicos del gas que desperdician las explotaciones?
¿En cuál centro de actividad petrolífera, en cambio, no existe una policía privada destinada a salvaguardar intereses particulares, egoístas y algunas veces ilegales? De estas agrupaciones, autorizadas o no por el Gobierno, hay muchas historias de atropellos, de abusos y de asesinatos siempre en beneficio de las empresas.
¿Quién no sabe o no conoce la diferencia irritante que norma la construcción de los campamentos de las compañías? Confort para el personal extranjero; mediocridad, miseria e insalubridad para los nacionales. Refrigeración y protección contra insectos para los primeros; indiferencia y abandono, médico y medicinas siempre regateadas para los segundos; salarios inferiores y trabajos rudos y agotantes para los nuestros.
Abuso de una tolerancia que se creó al amparo de la ignorancia, de la prevaricación y de la debilidad de los dirigentes del país, es cierto, pero cuya urdimbre pusieron en juego los inversionistas que no supieron encontrar suficientes recursos morales que dar en pago de la riqueza que han venido disfrutando.
Otra contingencia, forzosa del arraigo de la industria petrolera, fuertemente caracterizada por sus tendencias antisociales, y más dañosa que todas las enumeradas anteriormente, ha sido la persistente, aunque indebida intervención de las empresas en la política nacional.
Nadie discute ya si fue cierto o no que fueran sostenidas fuertes facciones de rebeldes por las empresas petroleras en la Huasteca Veracruzana y en el Istmo de Tehuantepec, durante los años 1917 a 1920 contra el Gobierno constituido.
Nadie ignora tampoco cómo en distintas épocas a las que señalamos y aún contemporáneas, las compañías petroleras han alentado casi sin disimulos, ambiciones de descontentos contra el régimen del país, cada vez que ven afectados sus negocios, ya con la fijación de impuestos o con la rectificación de privilegios que disfrutan o con el retiro de tolerancias acostumbradas.
Han tenido dinero para armas y municiones para la rebelión. Dinero para la prensa antipatriótica que las defiende. Dinero para enriquecer a sus incondicionales defensores.
Pero para el progreso del país, para encontrar el equilibrio mediante una justa compensación del trabajo, para el fomento de la higiene en donde ellas mismas operan, o para salvar de la destrucción las cuantiosas riquezas que significan los gases naturales que están unidos con el petróleo en la naturaleza, no hay dinero, ni posibilidades económicas, ni voluntad para extraerlo del volumen mismo de sus ganancias.
Tampoco lo hay para reconocer una responsabilidad que una sentencia les define, pues juzgan que su poder económico y su orgullo les escuda contra la dignidad y la soberanía de una nación que les ha entregado con largueza sus cuantiosos recursos naturales y que no puede obtener, mediante medidas legales, la satisfacción de las más rudimentarias obligaciones.
Es por lo tanto ineludible, como lógica consecuencia de este breve análisis, dictar una medida definitiva y legal para acabar con este estado de cosas permanente en el que el país se debate sintiendo frenado su progreso industrial por quienes tienen en sus manos el poder de todos los obstáculos y la fuerza dinámica de toda actividad, usando de ella no con miras altas y nobles, sino abusando frecuentemente de ese poderío económico hasta el grado de poner en riesgo la vida misma de la nación, que busca elevar a su pueblo mediante sus propias leyes aprovechando sus propios recursos y dirigiendo libremente sus destinos.
Planteada así la única solución que tiene este problema, pido a la nación entera un respaldo moral y material suficiente para llevar a cabo una resolución tan justificada, tan trascendente y tan indispensable.
El Gobierno ha tomado ya las medidas convenientes para que no disminuyan las actividades constructivas que se realizan en toda la República y para ello, pido al pueblo, confianza plena y respaldo absoluto en las disposiciones que el propio Gobierno tuviere que dictar.
Sin embargo, si fuere necesario, haremos el sacrificio de todas las actividades constructivas en las que la nación ha entrado durante este período de Gobierno para afrontar los compromisos económicos que la aplicación de la Ley de Expropiación sobre intereses tan vastos nos demanda y aunque el subsuelo mismo de la Patria nos dará cuantiosos recursos económicos para saldar el compromiso de indemnización que hemos contraído, debemos aceptar que nuestra economía individual sufra también los indispensables reajustes, llegándose, si el Banco de México lo juzga necesario, hasta la modificación del tipo actual de cambio de nuestra moneda, para que el país entero cuente con numerario y elementos que consoliden este acto de esencial y profunda liberación económica de México.
Es preciso que todos los sectores de la nación se revistan de un franco optimismo y que cada uno de los ciudadanos, ya en sus trabajos agrícolas, industriales, comerciales, de transporte, etc., desarrollen a partir de este momento una mayor actividad para crear nuevos recursos que vengan a revelar cómo el espíritu de nuestro pueblo, es capaz de salvar la economía del país por el propio esfuerzo de sus ciudadanos.
Y como pudiera ser que los intereses que se debaten en forma acalorada en el ambiente internacional, pudieran tener de este acto de exclusiva soberanía y dignidad nacional que consumamos, una desviación de materia primas, primordiales para la lucha en que están empeñadas las más poderosas naciones, queremos decir que nuestra explotación petrolífera no se apartará un sólo ápice de la solidaridad moral que nuestro país mantiene con las naciones de tendencia democrática y a quienes deseamos asegurar que la expropiación decretada sólo se dirige a eliminar obstáculos de grupos que no sienten la necesidad evolucionista de los pueblos, ni les dolería ser ellos mismos quienes entregaran el petróleo mexicano al mejor postor, sin tomar en cuenta las consecuencias que tienen que reportar las masas populares y las naciones en conflicto.

sábado, 14 de abril de 2012

Manifiesto


En los últimos años, la Sociedad Ecologista Hidalguense ha puesto sobre la mesa de discusión la necesidad de dar mayor sustentabilidad al desarrollo del estado de Hidalgo. Estamos convencidos de que el futuro de la entidad se encuentra comprometido de manera seria por las implicaciones que el Cambio Climático tendrá en la biodiversidad y disponibilidad de agua para consumo humano y para las actividades económicas que se desarrollan en la entidad.
Continuamente hemos señalado el riesgo que se corre de comprometer el futuro ambiental de la entidad si no se toman las medidas necesarias para frenar la devastación y minimizar los impactos negativos que la actividad genera al entorno ambiental.
La respuesta en muchos de los casos ha sido el silencio, cuando no la denostación y la descalificación. Pero la denostación y la descalificación nunca han sido argumentos válidos y de peso para dar respuesta a las demandas que los ciudadanos platean a los problemas más acuciantes de la entidad.
Hemos dicho que el cambio climático generará en Hidalgo pérdida de bosques templados y húmedos, tropicalización de otros y desertificación de amplias zonas, fenómeno que se hoy por hoy puede advertirse en algunas regiones.
La pérdida de suelos es una realidad en Hidalgo, basta revisar los datos históricos sobre ello, mientras que en 1989 se reconocía la existencia de solo 22 mil hectáreas de suelos dañado, sobre todo en la zona del Valle del Mezquital, ahora casi 24 años después está extensión se supera los 68 mil hectáreas de suelo dañado.
También señalamos que la disponibilidad de agua se reducirá en las zonas de Pachuca, Tulancingo y Tula, aun cuando en el caso de la Huasteca este fenómeno se ha presentado con el secado temporal de ríos.
Además de ello, reflexionamos sobre el manejo presente de los residuos municipales, señalamos y demostramos la existencia de tiraderos y rellenos mal manejados y su impacto negativo en el futuro de la entidad y la salud de los hidalguenses.
Sin embargo, con las instituciones de gobierno, hemos insistido en la necesidad de que la función pública, sea entendida desde la gobernanza como una acción encaminada a lograr que como señala William Guillermo Jiménez en su artículo “El enfoque de políticas públicas y los estudios sobre gobierno. Propuestas de encuentro”
La gobernanza es un concepto más amplio que el de gobierno, en la medida en que involucra actores no estatales. La interdependencia entre organizaciones contribuye a opacar los límites entre el sector público, el privado y el voluntario.
b) La gobernanza se refiere también a instituciones, específicamente a un tipo de arreglos institucionales proclives a la cooperación e interacción social.
c) Incluye la idea de auto ajuste, tomada tanto de la cibernética como de la concepción de un mercado autorregulado en un cuadro de relaciones triangulares entre actores públicos de todos los niveles, actores de la sociedad civil y actores económicos.
d) El paso de una dirección jerárquica de la sociedad -concepción tradicional de gobierno- hacia estilos de decisión más horizontales y cooperativos, que se expresan en diversas estructuras de gobierno, algunas de las cuales son redes de políticas.
e) Los actores en red se relacionan de modo más cooperativo, lo que implica la negociación y no la imposición como modo de llegar a acuerdos. Esto no excluye la posibilidad de conflicto, sino la vocación de intercambiar recursos, conciliar intereses y lograr compromisos mutuos.
f) La gobernanza implica una transformación de las estructuras institucionales formales. Las estructuras de gobernanza gozan de diversos niveles de autonomía respecto del aparato político administrativo. No obstante, el Estado conserva una capacidad imperfecta e indirecta para dirigir estas estructuras y, fundamentalmente, las redes.
Necesitamos una transformación profunda en la visión de gobierno. Replantear la forma en que planeamos, en que administramos, en que promovemos la inversión, en que promovemos la utilización de los recursos naturales de la entidad, pero sobre todo, la forma en que entendemos la construcción de ciudadanía.
Los miembros de la Sociedad Ecologista Hidalguense, estamos convencidos que estos conceptos, ausentes en la administración pública, nos permitiriían avanzar en la construcción de un estado más democrático, incluyente y susutentable.
Los miembros de la Sociedad Ecologista Hidalguense continuaremos promoviendo acciones de forma no violenta para frenar el deterioro de la naturaleza. Sin temos señalaremos a los responsables que por acción u omisión están convirtiendo el estado de Hidalgo en un basurero estéril y recalentado. Actuamos en aras del interés general porque lo que está en juego es nuestro futuro y el de las siguientes generaciones.  Nos pararemos y no nos van a parar. Un ambiente sano para una vida digna.

lunes, 9 de abril de 2012

Nuevo Estudio sobre Escasez de Agua



La mayoría del agua se utiliza para alimentar a las personas

VIRGINIA, E.U.A. — 29 de febrero de 2012 — Un nuevo estudio difundido por la PLoS ONE, publicación internacional de divulgación científica en línea, analizó el consumo del agua proveniente de 405 cuencas alrededor del mundo y concluyó que la escasez de agua impacta durante al menos un mes cada año a por lo menos 2,700 millones de personas.
“El agua dulce es un recurso escaso: el acceso al líquido anualmente es limitado y la demanda por éste va en aumento”, dijo Arjen Hoekstra, catedrático en administración del agua de la Universidad de Twente, en los Países Bajos, y coautor principal del reporte Escasez Mensual Global del Agua: Huella del Agua Dulce versus Disponibilidad de Agua Dulce.  “Existen muchos lugares en el mundo donde existe una merma seria del agua:  ríos que se secan y una disminución en los niveles de los lagos y otros cuerpos de agua a nivel del suelo”, agregó Hoekstra.
Esta nueva evaluación de la escasez global de agua se realizó a partir del monitoreo mensual de la variabilidad de los flujos hídricos y tomando en cuenta los flujos necesarios para mantener funciones ecológicas vitales.  A partir del análisis detallado de su consumo total, o de la disminución de sus suministros—en lugar de utilizar la pérdida total de los mismos—el estudio destaca cómo es que el agua que se utiliza para la agricultura, la industria y para beber ha sobrepasado los niveles adecuados de uso sustentable en numerosas regiones.
El 94 por ciento del impacto hídrico de la humanidad está relacionado con la agricultura; la de riego, merma las fuentes de agua más que las ciudades o las industrias.  Brian Richter, coautor del reporte y director del programa global de agua dulce de The Nature Conservancy (TNC), explicó que “las ciudades usan más agua que los cultivos con base en el área que ocupan, pero es importante notar que la agricultura de riego utiliza cuatro veces más tierra que las ciudades.  Es urgente apoyar a los agricultores a que implementen métodos de riego con tecnología científica de punta y a que mejoren la productividad de los cultivos de temporal.  Muy pronto tendremos que producir más alimentos con menos agua”.
Investigadores de la Universidad de Twente, la Red Huella Hídrica (The Water Footprint Network), TNC y WWF efectuaron un estudio de los flujos fluviales en alrededor de 405 cuencas entre 1996 y 2005.  El análisis arrojó que las 201 cuencas que sustentan aproximadamente a 2,670 millones de personas pasan por una escasez severa de agua durante al menos un mes del año.
“En lugares con varios meses de escasez es probable que exista una competencia seria por el agua”, señaló Richter, “y en temporada de sequía, habrá impactos económicos sobre la agricultura, la producción de electricidad y otras industrias”.
“Esta evaluación brinda una visión más detallada y completa de la relación entre la huella hídrica (cantidad de agua consumida en la producción de bienes y servicios) y la creciente problemática de la escasez del recurso, así como de sus efectos en términos de pérdidas ambientales, sociales y económicas”, dijo Ruth Mathews, directora ejecutiva de la Red Huella Hídrica.  “A través de la cooperación entre gobiernos, inversionistas, empresas, agricultores y organizaciones ambientales, podemos tomar acciones directas para mejorar nuestro uso del agua y que éste sea más sustentable, eficiente y equitativo, además de que nos permita asegurar los alimentos para las personas y la preservación sana de los ecosistemas en el futuro”, añadió.
Por su parte Ashok Chapagain, coautor y asesor principal sobre agua de la WWF Reino Unido, resaltó la importancia de este trabajo respecto a las metas globales de conservación de la organización: “Los promedios anuales pueden disfrazar lo que realmente está sucediendo en una cuenca.  La visualización mensual de la escasez de agua servirá como guía para la asignación del recurso y poder responder a las demandas socioeconómicas, además de las de los propios ríos”.
Las estimaciones de los niveles de escasez de agua contenidos en el reporte son altamente consistentes con los declives ecológicos y de disrupción socioeconómica en algunas de las cuencas más intensamente utilizadas en el mundo.
Para acceder al estudio completo en inglés, visite PLoS ONEhttp://dx.plos.org/10.1371/journal.pone.0032688
Para conocer sobre el trabajo de TNC para preservar el agua, visite:

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domingo, 18 de diciembre de 2011

Aumento de tarifas y defensa inútil


De manera silenciosa el Instituto Estatal del Transporte (IET) autorizó el aumento del costo del pasaje en un 9% argumentando siempre a favor de los concesionarios y descalificando a los operadores del transporte público. Olvidando por supuesto a los usuarios y mostrando un profundo desconocimiento de los preceptos legales que rigen el servicio de transporte público de pasajeros en Hidalgo.

De manera reiterada aseguró que seguirá velando porque el transporte se brinde en condiciones de calidad y que implementarán trabajos de supervisión permanente para evitar abusos y corrupción.

Sin embargo a pesar de que al momento de “anunciar el incremento, el Instituto Estatal del Transporte informó que continuarán con los trabajos de supervisión y de reordenamiento para erradicar las malas prácticas que aún prevalecen en el Sistema de Transporte, tal y como se lo instruyó el Mandatario Estatal, bajo la planeación a corto, mediano y largo plazo, y con ello satisfacer las demandas de los usuarios”[1] de esta declaración no puede extraerse nada que no sea el mismo aumento anunciado.

Cometío una serie de errores el Director del transporte, varios y de un jalón, veamos, el dice: “Los concesionarios son los que pagan las llantas, mantenimiento y son los que pagan todo, los operadores son los que pagan una cuota por utilizar ese vehículo y al no pagar mantenimiento y los insumos, a lo mejor pudieran decir que siga la tarifa así, pero quienes están solicitando el incremento son los concesionarios"[2], expresó.

“Los concesionarios son los que pagan las llantas, mantenimiento y son los que pagan todo” dijo el funcionario y no podría ser de otra manera toda vez que son los titulares de las concesiones del servicio de transporte. La misma ley del transporte en su artículo 4 en la fracción XV, establece que la concesión es el acto jurídico administrativo, por medio del cual el Estado faculta a una persona física o moral la explotación del servicio público de transporte o los servicios auxiliares y conexos.

En el artículo 39 de la misma ley señala que se les entregará el título de concesión a las personas que reúnan los requisitos establecidos, de tal manera que el pagar todo lo concerniente a su vehículo es responsabilidad de ellos, no podría ser de otra forma.

Así que la defensa encabezada por el director del IET de los concesionarios del transporte no es útil ni al organismo que representa, ni a los propios concesionarios porque llama a suspicacia y a reflexión.

Por ejemplo, ningún concesionario debe de contar con más de cinco concesiones, quien así las tenga, dice la ley que es nulo de pleno derecho, por lo que antes de salir a gritar que ellos pagan todo, que ellos gastan mucho, debería de transparentar el número de concesiones que cada concesionario tiene.

Asegura, siempre en la misma declaración que: “los operadores son los que pagan una cuota por utilizar ese vehículo y al no pagar mantenimiento y los insumos, a lo mejor pudieran decir que siga la tarifa así, pero quienes están solicitando el incremento son los concesionarios”.
Es decir, en la concepción del Director del IET, ellos no son trabajadores, son personas que usan vehículos y por ello deben de pagar una cuota que puede ir hasta donde el concesionario quiera, porque son eso, operadores, no trabajadores.

Un operador de transporte público de pasajeros de tipo urbano en Hidalgo, no cuenta con seguro social, no cuenta con un salario, solo con la obligación de llenar un tanque de gasolina cada día y una cuenta del dueño de la concesión, si es posible con algo más para él, sino otro día será, porque es operador no trabajador.

Un gobierno que tolera algo así es un gobierno que no entiende la función pública del transporte.

Los usuarios, ellos no fueron mencionados por el director del IET.
La modernización del transporte tampoco, y si se atreve a decir lo contrario, deberá revisar palabra por palabra para ver que dijo.

Se aumenta el consto del pasaje de transporte público en lo oscuro y de espaldas a la gente, lo mismo de cada día.



[1] Milenio Hidalgo 18 de Diciembre de 2011.
[2] Criterio Hidalgo 18 de Diciembre de 2011.