miércoles, 15 de junio de 2011

Constructoras prostituyen el derecho a la vivienda.

Mucho hemos hablado del derecho a la vivienda y la forma en que debiera satisfacerse por pate de las autoridades; mucho se ha señalado que las ciudades deben ser sustentables, habitables, disfrutables y seguras. Pero para ello, la ciudad debe reconocerse como un espacio común, de todos, en el que conviven los derechos humanos, las garantías individuales, satisfechos, insatisfechas, contentas, rebeldes, exigentes y en muchos de los casos olvidadas, ninguneadas por quienes juraron respetar y hacer respetar la constitución General de la república y las leyes que de ella emanan.

Tanto se ha dicho de la exigencia de vivienda que hemos visto como algunos, todos, los voraces constructores han hecho de esta garantía individual y consagrada en la constitución un gran negocio en el que priva la especulación, la degradación ambiental, la destrucción de amplias zonas de alto valor ecológico, la exclusión de aquellos de muy bajos recursos económicos, su expulsión de una garantía que debería velar por que se cumpliera.

Tanto hemos hablado de esta circunstancia que la segregación social practicada por las constructoras nos pasa desapercibida a los ciudadanos; derecho envilecido, prostituido, mercantilizado por unos cuantos y olvidado, entre comillas, por gobernantes serviles y entregados a las mismas constructoras que dicen regular.

Basta un ejemplo, en el mes de diciembre de 2010, el Congreso del Estado de Hidalgo aprobó reformas a la LEY ORGÁNICA DE LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA PARA EL ESTADO DE HIDALGO por las que crea la secretaría de Medio Ambiente y ordenamiento Territorial, misma que empieza a operar en enero de 2011. Pero no bien da sus primeros pasos y de manera extraña el 28 de marzo de 2011, se aprueba una nueva reforma en la que el ordenamiento territorial se deja en manos de la Secretaría de Obras públicas.
Extraña decisión que hasta el momento no ha sido suficientemente explicada ni por el ejecutivo estatal ni por el congreso de Hidalgo, ¿Por qué se le entrega el ordenamiento territorial a la Secretaría de Obras Públicas? ¿Por qué no se destruye de manera total la secretaría de medio ambiente? ¿A quién le sirve que este Obras públicas el ordenamiento?

La respuesta es sencilla, a las empresas constructoras, es obras públicas quien las regula; es obras públicas quien les autoriza la apertura de nuevos espacios urbanos; es obras públicas quien mantiene la relación servil y entreguista del gobierno hidalguense con las empresas constructoras.
Esta es otra forma de mandar al carajo el derecho de los miles de hidalguenses que reclaman vivienda digna para sus familias; esta es la más vil forma de prostituir las garantías individuales de los hidalguenses que juraron representar por encima de intereses mezquinos y ajenos al bienestar de ellos.

Esta es la forma de dejar en manos de la especulación y el abandono el destino de los sin tierra y sin techo