De manera silenciosa el
Instituto Estatal del Transporte (IET) autorizó el aumento del costo del pasaje
en un 9% argumentando siempre a favor de los concesionarios y descalificando a
los operadores del transporte público. Olvidando por supuesto a los usuarios y mostrando
un profundo desconocimiento de los preceptos legales que rigen el servicio de
transporte público de pasajeros en Hidalgo.
De manera reiterada aseguró
que seguirá velando porque el transporte se brinde en condiciones de calidad y
que implementarán trabajos de supervisión permanente para evitar abusos y
corrupción.
Sin embargo a pesar de que
al momento de “anunciar el incremento, el Instituto Estatal del Transporte
informó que continuarán con los trabajos de supervisión y de reordenamiento
para erradicar las malas prácticas que aún prevalecen en el Sistema de
Transporte, tal y como se lo instruyó el Mandatario Estatal, bajo la planeación
a corto, mediano y largo plazo, y con ello satisfacer las demandas de los
usuarios”[1] de esta declaración no
puede extraerse nada que no sea el mismo aumento anunciado.
Cometío una serie de errores
el Director del transporte, varios y de un jalón, veamos, el dice: “Los
concesionarios son los que pagan las llantas, mantenimiento y son los que pagan
todo, los operadores son los que pagan una cuota por utilizar ese vehículo y al
no pagar mantenimiento y los insumos, a lo mejor pudieran decir que siga la
tarifa así, pero quienes están solicitando el incremento son los
concesionarios"[2], expresó.
“Los concesionarios son los
que pagan las llantas, mantenimiento y son los que pagan todo” dijo el
funcionario y no podría ser de otra manera toda vez que son los titulares de
las concesiones del servicio de transporte. La misma ley del transporte en su
artículo 4 en la fracción XV, establece que la concesión es el acto jurídico
administrativo, por medio del cual el Estado faculta a una persona física o
moral la explotación del servicio público de transporte o los servicios auxiliares
y conexos.
En el artículo 39 de la
misma ley señala que se les entregará el título de concesión a las personas que
reúnan los requisitos establecidos, de tal manera que el pagar todo lo
concerniente a su vehículo es responsabilidad de ellos, no podría ser de otra
forma.
Así que la defensa encabezada
por el director del IET de los concesionarios del transporte no es útil ni al
organismo que representa, ni a los propios concesionarios porque llama a
suspicacia y a reflexión.
Por ejemplo, ningún concesionario
debe de contar con más de cinco concesiones, quien así las tenga, dice la ley
que es nulo de pleno derecho, por lo que antes de salir a gritar que ellos
pagan todo, que ellos gastan mucho, debería de transparentar el número de
concesiones que cada concesionario tiene.
Asegura, siempre en la misma
declaración que: “los operadores son los que pagan una cuota por utilizar ese
vehículo y al no pagar mantenimiento y los insumos, a lo mejor pudieran decir
que siga la tarifa así, pero quienes están solicitando el incremento son los
concesionarios”.
Es decir, en la concepción
del Director del IET, ellos no son trabajadores, son personas que usan
vehículos y por ello deben de pagar una cuota que puede ir hasta donde el
concesionario quiera, porque son eso, operadores, no trabajadores.
Un operador de transporte
público de pasajeros de tipo urbano en Hidalgo, no cuenta con seguro social, no
cuenta con un salario, solo con la obligación de llenar un tanque de gasolina
cada día y una cuenta del dueño de la concesión, si es posible con algo más
para él, sino otro día será, porque es operador no trabajador.
Un gobierno que tolera algo
así es un gobierno que no entiende la función pública del transporte.
Los usuarios, ellos no
fueron mencionados por el director del IET.
La modernización del
transporte tampoco, y si se atreve a decir lo contrario, deberá revisar palabra
por palabra para ver que dijo.
Se aumenta el consto del
pasaje de transporte público en lo oscuro y de espaldas a la gente, lo mismo de
cada día.
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