En México existen dos ámbitos de la
educación: El público y el privado, su coexistencia se basa, principalmente, en
la supuesta incapacidad del Estado mexicano para lograr la cobertura universal
de la enseñanza básica; sin embargo con el paso del tiempo se extendió hasta la
educación superior.
La educación privada ha ido desde el
Preescolar hasta los Posgrados, imprimiendo una visión empresarial y ganando un
peso político inusitado en la toma de decisiones e influencia en la
construcción de nuevos modelos educativos.
En la actualidad, su influencia en el
desarrollo de políticas públicas educativas en México es innegable y marca
derroteros, aun a pesar de la constante crítica al campo público educativo al
que señala de corrupto e inestable y como culpable del atraso económico del
país.
Por otro lado, la reforma educativa
impulsada por el presidente de la República, está enfocada a construir puntos
de quiebre del sistema público, eso y a pesar de las constantes declaraciones
del Secretario del ramo en sentido contrario.
El despido de maestros por no aprobar la
evaluación educativa, el constante acoso a los organismos sindicales
pro gubernamentales y opositores, la ausencia real de preparación pre evaluatoria
encaminada a que el maestro se desarrolle profesionalmente, hablan de un
intento de adelgazamiento del aparato educativo en favor del sistema privado.
Al ser considerado incompetente para
estar frente a grupo, el maestro es despedido y separado del sistema educativo
público; este hecho sin embargo, lo deja en condiciones de emplearse en el
sistema educativo privado, lo que a la larga se traduce en un fortalecimiento,
diría la Secretaría de Educación Pública, indirecto de este sistema frente al
debilitamiento del otro.
México, carece de acceso universal a la
educación básica, a pesar de ello, ha fustigado de manera constante al sistema
de Escuelas Normales del país, pero no ha construido un proceso para su
fortalecimiento y enriquecimiento profesional. Ahí también se observa la
decisión de adelgazar el sistema educativo público, siempre en favor del
sistema privado.
Es tiempo de mirar críticamente el
discurso del Presidente y su Secretario de educación, revisarlo no desde el
supuesto “hartazgo social” de la corrupción de los sindicatos. Que al final es
un discurso promovido desde el gobierno. Es necesario que la discusión se centre
en los derechos humanos; el derecho humano a la educación gratuita y
obligatoria, realmente gratuita y obligatoria con cobertura universal y acceso
equitativo; el derecho humano a estar en un sindicato, el derecho humano al
trabajo.
Este campo es abordado sesgadamente por
el gobierno, tomando el derecho de los niños a la educación como escudo. Literalmente
como escudo humano, como mecanismo para evitar ser atacado, criticado,
evidenciado.
Y usando ese escudo humano, el derecho a
la educación, violenta a los maestros y los embiste con toda la fuerza del
estado al enviar a policías federales a vigilar la aplicación de la evaluación,
dentro del marco constitucional vigente.
Pero el marco constitucional vigente
vela por el respeto a los derechos humanos como eje fundamental del estado de
derecho, eso implica que no puede existir un estado de derecho por encima de
los derechos humanos, lo que coloca al estado mexicano en peligroso resquicio
del totalitarismo y la opresión.
Entonces, las preguntas son: ¿Quién es
el beneficiario real de la reforma educativa? ¿La escuela pública o los
nacientes consorcios educativos surgidos a partir de la Reforma?
No hay comentarios:
Publicar un comentario